Ayer ni la lluvia pudo arruinar la tarde a nuestro equipo de voluntarios del Programa de Terapia Ecuestre. Gracias a las indicaciones de Mabel y Jorge, técnicos del centro ecuestre Lusitania, pudieron experimentar desde lo alto del caballo lo que es una clase de equitación básica, para conocer las sensaciones que día a día reciben los usuarios del programa a los que ellos acompañan cada miércoles y viernes.

¡Hasta se atrevieron dejar a trotar y a relajarse con los ojo cerrados! Gracias a los técnicos que lo hicieron posible, a Douro y Libra por ser tan buenos compañeros, a nuestro compañero Cristian Vega por coordinar cada actividad desde nuestra entidad, y sobre todo a Vicente,Laura,Nieves, Ana Belén , Nerea y Alberto, porque sin ellos este Programa no existiría.